CERRO BAÚL

lunes, 7 de febrero de 2011

BITACORA 1

Salud desde el corazón de América, aterrizamos en Lima, ciudad plomiza, ruidosa, contaminada, aún por eso disfrutamos de horas y horas de paseos y charlas sobre lo divino y lo humano con Miguel, dominico de gran corazón que vive en la selva. A poquitos queremos comprender la idiosincrasia de lo indígena, lo ocurrido en la invasión española y lo real de las invasiones de los conquistadores, el pueblo siempre conquistado, igualmente por los caciques peruanos, ahora también por el capital chileno y norteamericano. Pateamos las calles de Lima, nos llegamos al Pacífico, en un carro que tenemos que andar empujando a cada poco, todo el mundo nos advierte sobre los rateros, ¡cuidado os van a robar!, nada, no ocurre, pero nos echan para atrás en varias zonas de Lima, dicen peligrosas; nos gusta la plaza de armas al anochecer, llenita de gente por todos lados, bulle, se tiñe de ocres naranjas luminosos del ocaso las paredes de las casonas coloniales. Es una gran urbe, las afueras repletas de los llamados pueblos jóvenes, cerros ocupados, repletos de casas construidas unas sobre otras, gentes venidas de provincias a la capital buscando un mundo mejor? Lima nos aturulla y nos vamos en un par de dias. Tras un muy largo viaje en bus por el desierto, hacia el sur llegamos a Arequipa, la ciudad blanca, colonial, estudiantil pero con las clases bién definidas también. A ratos no me concentro en la escritura, estamos con Jose un conversador incansable, el currela de la posada donde vivimos, aquí andan también su hija y sus nietos, todo muy familiar. Desde aquí, ya más tranquil@s vamos conociendo los alrededores, la reserva de aves lagunas de Mejía, salimos a los pueblos, en esos combis-furgonetas llenitos hasta los topes, ya caminamos arrozales, desde la azotea de casa vemos el Misti, volcán de casi seis mil metros, e intentamos despistar la diarrea de Javi que ya va remitiendo; estamos de adaptación, las comidas y los cambios constantes de altura tienen a nuestros cuerpazos despistaos. Contactamos con una gente que trabaja con niñ@s de la calle, con ñiñ@s abusados, con mujeres que hacen por salir adelante tras sus historias y también trabajan con una comunidad de la sierra de pastores de alpacas, "la casa verde", la ONG es de origen alemán. Estos dias nos bombardean con las elecciones que son en abril, menuda cuadrilla, tienen todos muy mala pinta, estamos al tanto de las puñaladas que se envían cada día, típico como allá; entre tanto bebemos cerveza Cuzqueña y Pisco Sour, un bebedizo de aquí, maiz y papas, salsas picantes y sobre todo manjar, que viva el dulce de leche! También nos acordamos de la gente que nos estais leyendo y de la que no también.
Estamos muy agustito y esperamos vuestras voces.