CERRO BAÚL

lunes, 3 de octubre de 2011

BITÀCORA 15

Despuès de Medellìn, ciudad "cultureta" nos subimos al norte de Colombia, zona costa Caribe, Cartagena de Indias, ciudad de piratas y leyendas, cuando los españoles estuvieron en ella la amurallaron para impedir que los piratas entraran, se habìa corrido la voz de que en ella se guardaban todos los tesoros que despuès envìaban a europa, asì que tiene un casco antiguo increible, casas coloniales enormes, balconadas de madera, plazas arboladas estupendas que nos refugiaban de la calor humeda impresionante que hace, puertas y ventanas de forja y madera, iglesias y conventos, casco amurallado y con ciudadelas y fortines por todos sus lados. Tambièn està como siempre la otra cara, barriadas inundadas por el agua, que ya empieza a caer y rascacielos de no se sabe cuàntos pisos. Bulliciosa, llena de vida, salsa y caribe, ritmos afros y tambièn mucha gente de plata, que gasta en tremendos hotelazos, boutiques, restaurantes y paseos en coche de caballos, que se casan en el caribe y van de blanco con sombrero. Disfrutamos en Cartagena, paseando, algo de playa, muchos lìquidos, ventilador y hamacas a los mediodias, cuando el sol se pone todo el mundo sale a la calle, con las sillas a la puerta de casa o a pasear el ambiente "romàntico" que se respira en los rincones de las plazas, al sonido de las calesas y a la luz de los faroles. Los còcteles son tìpicos, frutas con rones y aguardientes Colombianos, de tequila o de otros alcoholes. Nos fuimos a pasar un dìa a una isla cercana, Barù, nos podìamos haber quedado una vida, viajecito en Barco por un archipièlago de islas diminutas llenas de àrboles y casitas de madera, el agua azul turquesa y los peces de colores y los corales al alcance. Increibles los colores del Caribe, pero cuando llegamos a la Isla de Barù fuè todavìa màs, una playa blanca de aguas transparentes, calientes y calmas donde los lugarenos viven en sus casas de madera y palmas en la misma playa, què relax!!! Bañarnos a todas horas en sus aguas, todo el mundo vive allì con un ritmo suavesito, ver el anochecer en la playa, tomarse un ronsito a la orilla del mar.... Dormimos en una cabañita con suelo de arena, màs que nada para que no nos comieran tanto los mosquitos, junto con un cangrejo que salìa por las mañanas, no hay apenas agua dulce y luz sòlo a ratos con generadores, pero siempre habìa cerveza bièn frìa, vivir sin ropa ni zapatos, una gozada, si estabas en la sombra, dice Javi. La casa era de una moza de Barcelona que llegò hace 28 años y se quedò, no era para menos el lugar. Una pena que ya estaban construyendo en otra parte de la playa horribles edificios para los que llegan con su yate, poco le queda de ser Playa Blanca y Salvaje. Los bancos de peces saltaban por allì, los veìamos desde la orilla, los lugareños pescan con facilidad con canoas a remo, algunos venden artesanìa hecha con corales, conchas, y piedras  preciosas de unos antiguos volcanes. Hemos estado en otras playas por el Caribe pero ninguna como èsta. Despuès fuimos por la costa en direcciòn Venezuela, a Santa marta y Taganga, pueblito de pescadores llenito de "Jipis" y demasiados gringos incluidos nosotros. Fuimos por la costa buscando pequeñas calas y alejarnos del "rollo gringo", de paseos veìamos iguanas azules y càctus por todas partes, las calas estaban pobladas por pescadores que pescan extendiendo las redes en cìrculo y mientras la cuadrilla espera a la sombra de alguna choza que se han preparado uno de ellos vigila buceando, cuando entra el banco de peces avisa a los demàs y todos jalan la red hasta la playa, allì los sacan y los llevan a vender al pueblo en barca, no hay carreteras. Es increible como nada y bucea esta gente, desde niños y el ambiente nocturno en la playa del pueblo Taganga era el de la puja por la pesca. Tremendos pescados sacaban, tambièn màs pequeños, allì se hizo la gringa una foto con la langosta que acababa de comprar, fàcil medìa medio metro. Es una zona a la que va mucha gente a bucear, es el atractivo del caribe, el agua transparente  permite ver sus fondos. Taganga es un pueblo que apenas tiene infraestructuras, calles de tierra que cuando viene la tromba, como pasò un dia de los que estuvimos, se lleva todo y aparecen rìos por todas partes. Nosotr@s estàbamos caminando, volviendo de una playa y nos mojamos de tal forma que casi nos salen branquias y volvemos nadando, claro que con la temperatura que hace no molesta, un baño màs. Podeis ver en las fotos una iguana verde bièn bonita que nos dejò sacarle como cien mil fotos y algunas otras de colores que sòlo nos dejaron un par de cientos. Pàjaros, àrboles curiosos que no habìamos visto antes y es que estamos en el Parque Nacional Natural Tayrona, que entre otras cosas es la cordillera tropical màs alta del mundo. En èl està la Ciudad Perdida, una ciudad de piedra que construyeron los nativos Tayronas en el año 800 y estuvo habitada hasta el 1600 en que fuè abandonada y todavìa no se sabe la causa, los indìgenas te pueden conducir hasta ella en una travesìa de 5 dìas, pero ya no tenìamos fuerzas. En estos ùltimos dias nos hemos dedicado a estar màs quietos, tranquilos, baños y relax siguiendo la teorìa "del buèn vivir". Nos hemos quedado con ganas de ver màs Colombia, es verde verdìsima y merecerìa la pena perderse por sus bosques, pueblos y caminos, asì que ya tenemos excusa para volver.
Despuès nos hemos venido a Bogotà, habìa un par de pasajes de aviòn que llevan nuestros nombres asì que no habìa màs remedio. Bogotà tiene un casco increible, el màs bonito de las capitales que hemos visto, habitado, con mucha vida y donde se cuecen "cosas", hay muchas facultades universitarias y mucha gente joven y gente del barrio por las calles, calles empedradas y casitas de colores, pequeñas y rehabilitadas, talleres, cafès-librerìas, asociaciones culturales, esculturas en los tejados, pintadas y grafitis en las paredes, una plazita al estilo navarrerìa, monologuistas nocturnos, cerveza barata, y gente por todos lados. Hemos estado agustito a ratos de duelo y a ratos pensando en el reencuentro con todos ustedes, àvidas lectoras de nuestras bitàcoras. Estamos en un ciber, en pocas horas sale nuestro aviòn y esta es la despedida desde tierras americanas, desde Iruña serà la pròxima parrafada. Estamos nerviosos, felices, tristes, agotados, inquietos y hambrientos, nos vamos a comer... es nuestro ùltimo postre de arequipe (dulce de leche), no vamos a perdonar... Nos vemos despuès de la digestiòn... Os queremos!!!!!!!!!!!!!!!!