CERRO BAÚL

miércoles, 28 de septiembre de 2011

BITÀCORA 14

Desde Colombia, tras un viaje curioso està claro que salimos de tierras de la amèrica-indìgena, Colombia apenas  tiene algo màs del 3% de poblaciòn indìgena, poco màs de un millòn de habitantes y es que acà ha habido lo que muchos califican un "genocidio". En el autobùs un libanès, una rusa, un peruano, dos vascos y  afro-colombianos, cantando y contando chistes en un viaje de màs de 18 horas, muy entretenido, la salsa es la banda sonora acà, tambièn nos acompañan los comentarios de que habìamos pasado sin novedad "zona roja", controlada por las FARC. Actualmente y aparentemente en el paìs hay "calma chicha", ya Colombia no es lo que era, la guerrilla està refugiada en unas pocas remotas zonas, los grandes narcos y càrteles, el de Escobar en Medellìn y el de los hermanos Rodrìguez Orejuela en Cali fueron "desaparecidos". En la ciudad de Medellìn la gente se molesta si se comenta que mataron a Escobar y es que dicen que està en la India, algunos consideran que hizo mucho por la ciudad y por los pobres, en fìn, no era su "misiòn". Segùn los Monitoreos sobre Cultivo de Coca que se hacen por satèlite por organismos "supuestamente no sospechosos" de falsear datos (Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito y por el Gobierno de Colombia-datos del 2010) parece ser que 1'2 % del àrea agrìcola està destinada a este cultivo aquì ilegal, no lo es en Perù y Bolivia. Por otro lado es curioso que Colombia sea uno de los primeros exportadores mundiales, la cocaìna cuadruplica los ingresos de divisas por cafè, siendo el lider mundial de exportaciòn de cafè verde. Segùn el Fondo Monetario Internacional la acividad ilegal equivale al 3% del PIB. Sobre este negocio no hay nada clarito. Aunque no hubo que esperar a que apareciera la producciòn y la comercializaciòn de cocaìna para que fueran asesinadas más de 300.000 personas en poco màs de dos dècadas, en la llamada "època de la violencia" como mecanismo de despojo y de alienaciòn polìtica. De todas formas antes de que los barones del narcotràfico armaran sus ejèrcitos y los pusieran al servicio del Estado bajo la modalidad del paramilitarismo, desde el siglo XIX, en el campo colombiano, la propiedad y el poder polìtico vienen disputàndose en guerras en las cuales los campesinos han salido muy mal parados. Los narcotraficantes y los narcopolìticos representan a la perfecciòn la reciente historia colombiana, la llegada de los Españoles refleja el pasado, la piraterìa, el esclavismo y en general las pràcticas del colonialismo viejo que todavìa hoy se palpan en la bella Cartagena, los afros hoy hacen orgullo de "seguir vivos" pero son los desheredados y otra esclavitud se perpetra hoy dìa en Colombia en las haciendas y caserìos de potentados terratenientes que acaparan la tierra, y ahora tambièn las multinacionales del banano, del aceite de palma, de las mineras...
De Eduardo Galeano estas palabras "Tierras ricas, subsuelos riquìsimos, seres humanos muy pobres en este reino de la abundancia y el desamparo: la inmensa marginaciòn de l@s trabajadores que el sistema arroja a la vera del camino, el sistema vomita seres humanos, la perpetuaciòn del vigente règimen de tenencia de la tierra, la industrializaciòn satelizada tiene un caracter excluyente, el mundo rural se abandona y la ciudad hace aùn màs pobres a los pobres, cruelmente les exhibe espejismos de riquezas a las que nunca tendràn acceso y en cambio les niega una ocupaciòn segura y un techo decente. Un organismo de las Naciones Unidas estimaba en los años 70 que una cuarta parte de la poblaciòn de las ciudades latinoamericanas habita "asentamientos que escapan a las normas modernas de construcciòn urbana", eufemismos de favelas, barriadas, callampas, villas miseria o cantegriles", del libro "Las Venas Abiertas de Amèrica Latina", imprescindible para comprender el pasado y el presente de Amèrica Latina.

Aùn a pesar de no haber conocido Colombia en un mes, nuestra llegada a las ciudades de Cali y Medellìn nos mostraron la cara de ciudades duras y rudas, fruto de la violencia ejercida contra los indìgenas, contra l@s campesin@s desplazados de sus tierras, los desplazados abarrotan las ciudades sin hueco para ell@s, hay un ìndice de pobreza de màs del 50 %, muchos viven literalmente tirados en las calles y se bañan en las fuentes de las ciudades, otr@s castigados por la cocaìna van como zombis. Los paramilitares y militares han dejado una herencia que hoy aquì se le denomina la "parapolìtica", y es que sòlo vota un 30 % de la poblaciòn a una representaciòn polìtica partidista que va desde los liberales a los ultraconservadores, apenas una opciòn de centro-izquierda minoritaria se presenta. En Octubre pròximo hay elecciones locales, ya estàn de campaña. Como nos contaba una señora "aquì la gente tiene miedo de hablar", y es que la cosa no es para menos, un sindicalista del sindicato de la empresa coca-cola tambièn nos contaba lo difìcil que lo tienen, intuimos que aquì trae complicaciones hablar demasiado alto o demasiado claro.
Gente de las guerrillas, de movimientos sociales, sindicalistas y de partidos polìticos de izquierda han sido aniquilados impunemente, campesinos muertos y desplazados, crimenes promovidos por los mismos terratenientes y empresarios agrìcolas que en el pasado se apropiaron de las tierras con el apoyo de las nuevas y viejas fuerzas paramilitares y en contubernio con elementos de la fuerza pùblica. Ahora se afirma que "la violencia en Colombia ha desaparecido", se refieren a las guerrillas y a los disidentes claro y sin dejar responsables...¿Què violencia ha desaparecido? Porque"el capital" campa a sus anchas despuès de haber "barrido" el paìs y la corrupciòn de los polìticos es manifiesta, huelgas de l@s profesores porque no cobran y es que la partida de las nòminas "ha desaparecido" y este tipo de cosas que vemos por acà.
Ganancia y sangre han estado siempre hermanados, la lògica de la competencia y la depredaciòn es la del sistema, y por eso el capitalismo tendrà siempre, necesariamente, tanto en su lado legal como en el ilegal, su marca de violencia, ademàs siempre ha ido màs allà de los sìmbolos. Mi aita, entusiasta lector de Historia sobre todo sabe muy bièn esto, asì que en parte de èl aprendì esta lògica, que el capital es el dueño, y en el pasado y en el presente hay y hubo caciques, piratas, banqueros, polìticos, que lo mismo son y no estàn sujetos a principios, que los militares siempre estàn ahì, casta aparte que necesita su cuota de poder, al anarquismo me acerquè por instinto, pero a mi padre y a su Cosmovisiòn le agradezco la comprensiòn de las teorìas anarquistas, y a su espìritu conocedor y a su pasado aventurero mi gusto por conocer lugares, realidades, mundos distintos.

En el pròximo capìtulo contaremos que tambièn Colombia es lindìsima, verde, verde, verdes bosques y pampas, el azul turquesa del mar caribe, sus frutas y la creatividad de sus gentes, y una tierra de luchador@s.                                               

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